febrero 2018 - Bluespace ES
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Me voy a vivir al extranjero, ¿y qué me llevo?

Comienza la aventura. Empieza una nueva etapa.

Hay mil y una razones para irse a vivir al extranjero y cada cual es más emocionante: un curso de larga duración, Erasmus, buscar trabajo, con el amor de tu vida o simplemente, has tenido un momento de locura y quieres probar suerte en otro lugar con diferente cultura y costumbres, a ver qué pasa.

Sea cual sea tu caso, cuando el momento de partir se acerca siempre impone y surgen preguntas del tipo ¿esto merece la pena?, ¿no estaba yo mejor en casa con la comida de mamá?, ¿y si todo sale mal y no cumplo mis objetivos?.

De pronto, la importancia de todas estas cuestiones se pierde cuando llega la pregunta más grande, la que de verdad parece determinar tu futuro (aunque no sea cierto), el trascendental…

¿Y qué me llevo?

Porque da igual que te vayas para 3 meses, 9 meses, un año o toda la vida. En el momento de preparar el equipaje todo tu mundo va a girar en torno a ese chubasquero que puede salvarte de un día casual de lluvia, o ese pantalón corto que te puedes llegar a poner en verano, aunque sabes de sobra que las temperaturas máximas no sobrepasan los 15º.

Lo imprescindible se une con los «por si acaso» y en lugar de varias maletas empiezas a tener la sensación de que necesitarás un camión para transportarlo todo.

Vamos a empezar por orden:

La Ropa.

– Hay que tener 2 cosas claras: donde vayas habrá lavadora y tiendas. Es decir, no es necesario una prenda de ropa diferente para cada día. Si te falta algo puedes comprarlo sin problema.

– Infórmate del tiempo del país donde vayas a instalarte para no ocupar espacio en tu equipaje con cosas innecesarias.

– Utiliza bolsas para ropa al vacío, especialmente con los jerséis y chaquetas para invierno. Ocupan muchísimo y de esta forma su espacio se reducirá a la mitad.

Objetos favoritos.

FOTOSY en este apartado incluyo libros, fotos, peluches… Objetos varios que te ayudan a recordar momentos geniales con tu familia y amigos, y a sentirte un poco más como en casa.

Cuando la ropa ya está decidida y parece que podrás sobrevivir, te toca decidir por estos objetos y vuelve el dilema, porque normalmente ocupan mucho más y tienen formas muy poco flexibles.

En el primer viaje no es necesario llevarse todos. No se te va a olvidar la cara de tu familia y amigos porque no te lleves su foto o tu pareja te va a dejar porque no metas en la maleta el peluche que te regaló por San Valentín.

Si son muy importantes y dependiendo del país donde vayas a vivir, siempre puede ser viable preparar una caja y que te la envíen a los pocos días de llegar.

 

 

Muebles.

Si el viaje es más formal y te vas a una casa nueva por un tiempo más largo, quizá quieras llevarte muebles u otros objetos más grandes o de más valor que, claramente, no entran en la maleta y que quizá sean muy caros en el país de destino.

En este caso, lo mejor es informarse bien con una empresa especialista en mudanzas que te pueda aportar la información necesaria. Es preferible que trabaje tanto en España como a nivel internacional, porque así podrás contactar antes de partir y asegurarte que aportas bien los datos, especificas las cajas que quieres llevar y su contenido y acuerdas la fecha de llegada.

Pregunta siempre sobre el formato de cajas permitidas, medidas y peso aceptado y tipo de objetos que pueden llevar en su interior. No dudes en llevar en estas cajas esas fotos y otros objetos de valor para ti que hemos mencionado antes.

Ahora que ya sabes qué tienes que llevarte, sólo te falta empezar a empaquetarlo todo para comenzar tu nueva vida en el extranjero.

¡Mucha suerte!

Paso a paso para guardar los disfraces de Carnaval

¡Carnaval, Carnaval… Carnaval, te quiero! Pero lo que nadie quiere es tener que estar pensando qué hacer con los disfraces cuando todo acaba. Aquí tienes los mejores trucos para guardar tus disfraces de Carnaval.

Comienza la búsqueda del lugar ideal donde guardar disfraces y complementos de toda la familia, por si al año que viene alguien quiere repetir y reutilizarlos. Para que ello sea posible, lo primero de todo es asegurar que nos los vamos a encontrar en buen estado.

Sabemos que los disfraces de Carnaval suelen estar realizados con materiales baratos y de menor calidad y cosidos de forma bastante básica.

Aún así, os damos unos trucos para que consigáis que año tras año estén como nuevos.

  1. Es fundamental lavar los disfraces:

Sigue cuidadosamente las instrucciones que figuran en la etiqueta. Sobre todo, si se debe lavar a mano o se puede lavar en la lavadora para facilitar el proceso, la temperatura idónea, cómo hay que secarlo y si se puede planchar.

Las prendas suelen estar realizadas con material acrílico, poliéster o rayón y no actúan de la misma forma. Por lo que vamos a intentar no llevarnos sorpresas y que nuestro disfraz de adulto salga de la lavadora convertido en disfraz para nuestros hijos.

En cualquier caso, lo importante es guardar los disfraces siempre limpios.

  1. Separar los disfraces:

Antes de guardarlos intentad buscar la forma más ordenada y obvia para separarlos, porque de un año para otro no os vais a acordar de cómo los dividisteis y os acabareis volviendo locos.

Por ejemplo, un buen truco es separar primero los disfraces completos que habéis comprado con sus respectivos complementos. Es mejor que se utilicen bolsas especiales para ropa y no la bolsa de plástico que se incluye con los disfraces cuando la compramos, para evitar malos olores y el deterioro de las prendas.

Guardad las partes separadas como faldas de tul o camisetas en otras bolsas aparte. Haced lo mismo con los complementos: pelucas, zapatos, medias, gafas, gorros, guantes, etc. Para el maquillaje os aconsejamos envolver las pinturas con papel film trasparente por separado para que no manchen, se rompan o mezclen colores y meterlas junto al resto del maquillaje en una bolsa o cajita de menor tamaño.

  1. Guardar y etiquetar:

Cuando ya tenemos todo preparado llega el momento de guardarlo muy bien para que al año que viene nos lo podamos encontrar intacto y listo para utilizarlo de nuevo.

Este tipo de disfraces no suelen requerir tener que guardarlos en perchas por lo que la opción ideal es guardarlos en cajas. En Bluespace, por ejemplo, tenéis la opción de adquirir cajas de diferentes tamaños y muy fáciles de montar. Guardad el complemento y maquillajes en una caja pequeña y utilizad las grandes y medianas para dividir las bolsas de los disfraces de mayor tamaño. En la parte externa de la caja podéis escribir lo que contiene, para facilitar la búsqueda. Finalmente, lleva todas las cajas al trastero para que no molesten por casa y hasta el año que viene.

Con estos trucos paso a paso ya no hay excusas para guardar los disfraces en perfecto estado y que parezcan recién comprados.

¡A por ello!

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